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La constancia de inscripción en monotributo es un documento emitido por la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) mediante el cual se acredita que el contribuyente está inscripto. Cualquier ciudadano o contribuyente puede obtener su propia constancia o la de otro contribuyente accediendo de forma online a través de esta web. Esta constancia es realmente la identidad fiscal del contribuyente; por tanto, es vital consultarla antes de establecer relaciones con cualquier cliente o proveedor.
La obtención no puede ser más sencilla. Simplemente hay que introducir el CUIT de la persona para la que se realiza la consulta, y de forma totalmente gratuita sabremos si su monotributo se encuentra activo.
Descargar, imprimir o consultar la constancia no puede ser más sencillo. Una vez introducidos los datos obtendremos un informe dónde se detalla la situación actual del contribuyente. El propio sitio web nos dará la opción de imprimir la pantalla, bien sea a una impresora o a un documento PDF.
Si has llegado hasta aquí seguramente ya lo sabes, pero, por si acaso, una explicación nunca está de más. En el caso de empresas «normales», en función de las ganancias obtenidas deben pagar un impuesto. Para un pequeño contribuyente se trata de un trámite complicado de gestionar, por lo que es sustituido por el monotributo.
En definitiva, el monotributo es un Sistema de Régimen Simplificado que facilita la vida del emprendedor. En un único se concentra la parte previsional (jubilación y obra social) y la impositiva, estando obligado el contribuyente a un único pago mensual que cumple con el impuesto a las ganacias, el IVA y los aportes jubilatorios de una única vez.
Eso sí, existen diferentes categorías en función de los ingresos brutos obtenidos y la facturación, la superficie afectada a la actividad y al consumo energético, pero al final hablamos de un pago único que simplifica las gestiones y pemite al contribuyente centrarse en lo verdaderamente importante: su negocio.